Se incluyen aquí las enfermedades que afectan a la córnea, conjuntiva y otras partes externas del ojo. Entre ellas se encuentran el síndrome del ojo seco, la blefaritis, la disfunción de las glándulas de Meibomio, las alergias oculares, y condiciones más graves como las cicatrices corneales que pueden conducir a la ceguera.
Una hemorragia subconjuntival es una mancha roja brillante en la parte blanca del ojo, causada por la ruptura de un pequeño vaso sanguíneo debajo de la conjuntiva.
El pterigión es un crecimiento benigno de tejido en forma de triángulo que se extiende desde la conjuntiva hacia la córnea. Típicamente aparecen en las zonas expuestas al ambiente entre los párpados superior e inferior y es más común en el lado nasal.
La conjuntivitis, conocida como “ojo rojo”, es la inflamación de la conjuntiva, la membrana que cubre la parte blanca del ojo y el interior de los párpados.
La blefaritis es una inflamación crónica del borde de los párpados, donde crecen las pestañas.
Se debe buscar atención si los síntomas persisten o empeoran, o si hay pérdida de visión, dolor severo, o sensibilidad a la luz.
La queratitis es una inflamación de la córnea, la capa transparente en la parte frontal del ojo, que puede afectar la visión y causar dolor.
El ojo seco es una condición donde los ojos no producen suficientes lágrimas o se evaporan demasiado rápido, causando irritación y molestias.
Los síntomas de las enfermedades de la superficie ocular pueden variar dependiendo del tipo específico de afección, pero generalmente incluyen varios signos que afectan la comodidad y la funcionalidad del ojo. Aquí están algunos de los síntomas más comunes:
Estos síntomas pueden variar en intensidad y pueden ser intermitentes o constantes. Es crucial buscar atención médica si experimentas cualquiera de estos síntomas para obtener un diagnóstico adecuado y comenzar el tratamiento apropiado lo antes posible. Los tratamientos pueden variar desde simples cambios de hábitos y medicación hasta procedimientos más complejos dependiendo de la gravedad y la causa subyacente de la enfermedad.
Los tratamientos para las enfermedades de la superficie ocular pueden variar significativamente según la causa específica y la severidad de la enfermedad. A continuación, te detallo algunos de los enfoques comunes utilizados para tratar estas condiciones:
Cada uno de estos tratamientos puede ser usado solo o en combinación con otros, dependiendo de la evaluación médica y las necesidades específicas del paciente. Es esencial que cualquier tratamiento se realice bajo la supervisión de un especialista en oftalmología para asegurar que se aborden correctamente las causas y los síntomas de la enfermedad.
El pterigión es un crecimiento benigno de tejido en la conjuntiva que puede extenderse hacia la córnea. Es más común en personas que pasan mucho tiempo al aire libre, ya que la exposición a la luz ultravioleta (UV) y al viento puede ser un factor contribuyente. Los tratamientos incluyen:
La queratitis es una inflamación o infección de la córnea, la capa transparente en la parte frontal del ojo. Puede ser causada por:
La conjuntivitis, o «ojo rosado», es una inflamación de la conjuntiva, la membrana que cubre el blanco del ojo y el interior de los párpados. Puede ser causada por infecciones virales o bacterianas, alergias o irritantes como el humo y los productos químicos. La prevención incluye:
El ojo seco es una condición en la que los ojos no producen suficientes lágrimas o las lágrimas se evaporan demasiado rápido, resultando en inflamación y daño a la superficie ocular. Las causas del ojo seco incluyen:
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