Retina

Qué son las enfermedades de retina

La retina es la capa más interna del globo ocular. Está formada por un entramado de células nerviosas, cuya misión es transformar la luz y las imágenes que entran en el ojo en señales nerviosas que son enviadas al cerebro.

La parte central de la retina se llama “mácula” y es la zona de la retina que nos permite ver en detalle, leer y ver en color.

La retina puede afectarse por diferentes enfermedades que en ocasiones disminuyen considerablemente la capacidad visual, si no se diagnostican y tratan a tiempo. La detección temprana mediante exámenes regulares es crucial para mantener la salud ocular y prevenir la discapacidad visual.

Enfermedades más frecuentes

El agujero macular es la presencia de una pequeña rotura ó apertura circular en la mácula, que es la zona central de la retina.

Las manifestaciones clínicas son muy variables, desde pacientes totalmente asintomáticos al inicio, hasta pérdidas severas de visión con la aparición de una mancha negra central fija (escotoma).

En ocasiones los pacientes refieren ver las imágenes distorsionadas y las líneas rectas con ondulaciones (metamorfopsias), así como ver los objetos más grandes o más pequeños de lo que son en realidad (macropsia o micropsia). También es frecuente ver las líneas entrecortadas por el centro.

Se produce por la separación espontánea de 2 partes de la retina: la retina neurosensorial (capa interna de la retina) del epitelio pigmentario (capa externa).

En la mayoría de los casos ocurre porque se ha producido un desgarro en la retina por el que ha pasado líquido, y se va despegando la retina.

Es una enfermedad grave del ojo, que puede llevar a una pérdida total de la visión si no se trata a tiempo.

Es fundamental el diagnóstico y tratamiento precoz. El tratamiento del desprendimiento de retina es quirúrgico y el principal objetivo de la cirugía es sellar todos los desgarros o agujeros retinianos y reaplicar la retina.

La membrana epitetiniana ó preretiniana, es una fina capa de tejido conectivo (cicatricial) que crece sobre la superficie de la mácula. En muchos casos cursa de manera asintomática y se detecta durante una revisión rutinaria. En otros casos, cuando esta membrana se contrae, produce pliegues o arrugas en la superficie de la mácula, provocando distorsión y/o visión borrosa. La cirugía solamente estaría indicada en los casos sintomáticos.

Es una patología bastante común, pudiendo afectar hasta un 8% de la población mayor de 60 años.

Las oclusiones venosas retinianas (OVR) ocurren cuando un trombo ocluye la vena central de la retina o alguna de sus ramas. Este bloqueo impide que la sangre fluya adecuadamente, lo que puede llevar a una acumulación de sangre y fluidos (edema macular), provocando una pérdida de visión súbita e indolora.

Enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y/o la hipercolesterolemia son factores de riesgo para el desarrollo de esta patología.

Es una complicación de la diabetes que afecta a los ojos. Los niveles elevados de glucosa en sangre durante muchos años, producen alteraciones en los vasos sanguíneos de la retina, lo que dificulta el correcto aporte de oxígeno a la misma. Esto, puede llevar a fugas (hemorragias), hinchazón (edema macular) o el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anómalos (neovasos).

Inicialmente, la retinopatía diabética puede no tener síntomas o solo problemas leves de visión, pero a la larga, puede provocar ceguera.
Cualquier persona con diabetes tipo 1 o tipo 2 puede desarrollar este trastorno. Cuanto más tiempo de evolución tenga la diabetes y menos control de la glucosa en la sangre haya habido, mayor es la probabilidad de desarrollar esta complicación en los ojos.

La clave del manejo de la retinopatía diabética es un diagnóstico precoz, ya que el tratamiento es efectivo en las fases iníciales, pudiendo prevenirse complicaciones importantes. Por este motivo, las revisiones periódicas son fundamentales.

La DMAE es una enfermedad ocular que afecta a la mácula, una pequeña área en el centro de la retina, responsable de la visión central y detallada (permite ver con nitidez). La DMAE afecta solo a la visión central, la visión periférica no se ve alterada.

Es la causa más frecuente de disminución severa de la visión en el mundo occidental. En España afecta al 13% de las personas mayores de 65 años.

Moscas volantes (también conocidas como «miodesopsias») son pequeños puntos, manchas, o líneas que aparecen en el campo visual, moviéndose a medida que el ojo se mueve. A menudo, son más visibles al mirar superficies claras o brillantes, como una pared blanca o el cielo.

Estructuralmente son unas condensaciones en el humor vítreo (gel transparente que rellena el ojo), y que con el paso de la luz proyectan su sombra en la retina.

En la mayoría de los casos, las moscas volantes son consideradas como una circunstancia normal e inocua, que no compromete la visión.

La edad y la miopía, son los principales factores predisponentes.

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¿Cuáles son los síntomas de enfermedades de retina?

Los síntomas de las enfermedades de la retina pueden variar según la condición específica, pero existen varios signos comunes que pueden indicar un problema retiniano. Estos incluyen:

  1. Visión borrosa: Dificultad para ver detalles finos tanto de cerca como de lejos.
  2. Distorsión visual: Las líneas rectas parecen onduladas o torcidas.
  3. Manchas o puntos negros: Aparición de pequeñas manchas o hilos flotantes en el campo visual.
  4. Pérdida de visión central: Dificultad para ver objetos directamente frente a uno, común en la degeneración macular.
  5. Cambios en la percepción de los colores: Los colores parecen más apagados o diferentes de lo habitual.
  6. Pérdida de visión periférica: Pérdida del campo visual lateral, también conocida como "visión de túnel".
  7. Destellos de luz: Ver destellos de luz o chispas, especialmente en la oscuridad.

Si se experimentan cualquiera de estos síntomas, es importante consultar a un oftalmólogo lo antes posible para una evaluación adecuada y, si es necesario, iniciar un tratamiento temprano. La detección precoz es clave para prevenir la progresión de las enfermedades de la retina y preservar la visión.

Tratamientos para enfermedades de retina

Los tratamientos para las enfermedades de la retina dependen de la condición específica y la gravedad del caso. A continuación, se describen algunos de los tratamientos más comunes utilizados para abordar diversas enfermedades retinianas:

  1. Inyecciones intravítreas: Medicamentos que se inyectan directamente en el vítreo, cerca de la retina, comúnmente usados para tratar la degeneración macular asociada a la edad, el edema macular diabético y la retinopatía diabética proliferativa.
  2. Fotocoagulación con láser: Este tratamiento utiliza láser para sellar vasos sanguíneos con fugas o para reducir el crecimiento anormal de los mismos. Es frecuentemente utilizado para la retinopatía diabética y las roturas retinianas.
  3. Vitrectomía: Cirugía para remover el vítreo y tratar problemas más graves como el desprendimiento de retina o las hemorragias vitreas severas.
  4. Terapia fotodinámica: Un tratamiento que usa un medicamento sensible a la luz junto con un láser para tratar formas específicas de degeneración macular húmeda.
  5. Implantes de liberación prolongada de medicamentos: Dispositivos que se implantan en el ojo para liberar medicamentos continuamente durante un período prolongado, habitualmente corticoides (utilizados en el tratamiento del edema macular diabético y de las trombosis venosas).
  6. Cambios en el estilo de vida y suplementos nutricionales: En algunos casos, como en la degeneración macular temprana, se recomiendan cambios dietéticos y suplementos de vitaminas y minerales para ralentizar la progresión.
  7. Terapia génica: Un área de investigación prometedora para enfermedades hereditarias de la retina como la retinosis pigmentaria y algunas formas de degeneración macular.

Cada opción de tratamiento tiene como objetivo detener o ralentizar la progresión de la enfermedad, aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. La elección del tratamiento adecuado debe hacerse en consulta con un oftalmólogo especializado en enfermedades de la retina.

Preguntas Frecuentes sobre enfermedades de retina

Los factores de riesgo para las enfermedades de la retina incluyen:

  • Edad: Las condiciones como la degeneración macular están asociadas con el envejecimiento.
  • Diabetes: Aumenta el riesgo de retinopatía diabética.
  • Historia familiar: La genética puede jugar un papel en condiciones como la retinitis pigmentosa y la degeneración macular.
  • Hipertensión: Puede contribuir a problemas vasculares en la retina.
  • Miopía severa: Incrementa el riesgo de desprendimiento de retina.
  • Exposición prolongada a la luz ultravioleta: Puede dañar la retina a lo largo del tiempo.
  • Tabaquismo: Aumenta el riesgo de varias enfermedades retinianas. Reducir estos factores de riesgo a través de un estilo de vida saludable y revisiones oculares regulares puede ayudar a prevenir algunas enfermedades de la retina.

El diagnóstico de las enfermedades de la retina generalmente implica varios métodos:

  • Examen de fondo de ojo: Permite al oftalmólogo ver la retina directamente utilizando oftalmoscopía.
  • Tomografía de coherencia óptica (OCT): Proporciona imágenes detalladas de las capas de la retina.
  • Angiografía fluoresceínica: Evalúa los vasos sanguíneos de la retina mediante la inyección de un colorante.
  • Ecografía ocular: Utilizada cuando una opacidad de medios impide la visualización directa de la retina y otras estructuras del ojo.
  • Pruebas de agudeza visual y campos visuales: Miden la visión central y periférica. Estos métodos ayudan a detectar daños o anomalías en la retina y a planificar el tratamiento adecuado.
NATALIA OLMO JIMÉNEZ (CLÍNICA OLMO)

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